La rigidez nunca funciona; terminamos siendo de una talla equivocada para nuestro mundo…..Creo que tener el tamaño adecuado para tu mundo-y saber que tanto tú como tu mundo no tienen de ningún modo unas dimensiones fijas- es un truco muy válido para aprender a vivir.
Jeanette Winterson
¿Por qué ser feliz cuando puedes ser normal? (Editorial Lumen.Barcelona 2016)
Qué imposible puede llegar a ser el exigirle a un bebé autonomía, o a un adolescente docilidad ante las normas o a un adulto que cambie sus valores, sus conductas, porque no están teniendo en cuenta la realidad. A veces, preferimos escuchar nuestros prejuicios, nuestros empecinamientos, defender la lógica de nuestras rabias , sin querer entender que puede haber desproporción en nuestro cuerpo y también mucha sensibilidad para percibir lo que nos rodea, que podemos tener una impulsividad que bordea la agresividad ante los demás y que es nuestro reclamo de caricias, que defendemos el control y ser estrictos con nosotros mismos y no sabemos que inconscientemente estamos obedeciendo mandatos inscritos como creencias inamovibles que no nos dejan emocionarnos.
No hay una única manera de crecer y por tanto no hay una única manera de aprender, de ser, de vivir. Y esto deberíamos recordarlo a la hora de empeñarnos en ser la fotocopia de alguien que nos rodea, o cuando deseemos destruir lo que no nos gusta de nosotros.
No somos producciones en serie: somos únicos e irrepetibles. Solo nos hace falta aceptarlo para poder desearlo, para poder quererlo.
“En la terapia, el psicólogo actúa como recipiente de lo que no nos atrevemos a sacar porque nos asusta, o de lo que sale con demasiada frecuencia y destroza nuestra vidas”. ¡Qué bien suena que esto lo diga la escritora que no es psicóloga! Tomemos nota para la vuelta de vacaciones…
¡Feliz agosto!
cbp